
Se caracteriza por una ansiedad y una preocupación persistentes y excesivas por actividades o eventos, incluso asuntos comunes de rutina. La preocupación es desproporcionada con respecto a la situación actual, es difícil de controlar, pudiendo incluso afectar físicamente a la persona (taquicardia, sudoración, alzas de presión, dolores de cabeza, etc.)